"Bendita tú cárcel, bendito seas tú por estar en mi vida y porque pude darme cuenta que el objeto de la vida no son las cosas materiales como nos hace creer sino el enriquecimiento del alma." —Solzhenitsyn

EL FUNDADOR DE EVERYMAN – GERALD HENRY – NOS HABLA SOBRE EL IMPACTO QUE LA VIDA DE CHUCK COLSON TUVO EN SUS INICIOS, SU EXPERIENCIA EN LA PRISIÓN Y SOBRE LA FUNDACIÓN:

Charles W. Colson, consejero especial del ex Presidente Richard Nixon, inició la Confraternidad Carcelaria después de cumplir una condena en la prisión federal por delitos en el caso Watergate. Ahora es el programa de difusión de prisión más grande del mundo, que opera una red de ministerios en 110 países. Esta organización ha obtenido avances sustanciales rompiendo el ciclo de la delincuencia y reincidencia.

La manifestación y transformación de Chuck Colson, así como su Confraternidad Carcelaria y programa Árbol Ángel, tuvo un profundo y directo impacto en mí. Estamos en deuda con él, tanto por su ejemplo e inspiración, la Fundación Everyman tal vez no existiría.


A continuación un extracto de la inspiración de Chuck Colson que fue tomada del Vigésimo Aniversario de Watergate acerca de su experiencia en la prisión y los resultados de su transformación personal:


"Gracias Dios por lo que me sucedió en Watergate" porque aprendí la más grandes de las lecciones de mi vida.

Tengo que decirles que si mi vida tiene algún sentido es por la verdad y palabra que Jesús enseño a sus discípulos:

"Él que quiera salvar su vida sin mí, la perderá. Más él que pierde su vida por mí, será salvado."


Chuck Colson habla sobre su manifestación que ocurrió antes de su encarcelamiento quando un amigo que era un poderoso hombre de negocios describe su conversión al Cristianismo.


Bueno, mi amigo quería orar conmigo esa noche pero yo no lo hice.

Yo era demasiado orgulloso.

El amigo del Presidente, el abogado de Washington D.C por largo tiempo. Él quería orar sentado en su recibidor. Yo nunca había hecho algo así por lo que mi respuesta fue, “No, gracias.”

Su amigo le dio un libro para leer llamado “Mere Christianity” escrito por C.S.Lewis.

En un capítulo en ese pequeño libro llamado “El gran vicio, el Orgullo” –eso que nosotros siempre vemos en otros menos en nosotros mismo.

El hombre orgulloso siempre camina por la vida viendo a otros por debajo, más cuando tú miras hacia abajo no estás viendo algo que este por encima de ti que sea superior a Dios.

C.S.Lewis no sabía que cuando escribió estas palabras a principios de los años cuarenta fueran escritas para Chuck Colson.

Yo escuché esa noche a mi amigo reconocer a donde lo había llevado el orgullo todos esos años. Pensé que lo hacía en busca de seguridad, de poder e influencia porque quería cuidar a mi familia y yo era un idealista del servicio del gobierno, pero realmente estaba siendo guiado por mi propio orgullo.

Dejé a mi amigo esa noche y tengo que reconocer que yo era conocido como el más difícil de los chicos de Nixon. El hombre hacha de La Casa Blanca, y que fui llamado en los periódicos, capitán de los ex marinos. Esa noche no podía conducir el automóvil fuera del parqueo de la casa de mi amigo porque no encontraba las llaves del carro. Estaba llorando muy fuerte, algo que nunca hago.

Me senté allí durante mucho tiempo pensando en lo que había sido mi vida, en lo que él me había dicho acerca de Jesús y con ganas de saber más sobre Dios que cualquier otra cosa en el mundo y estar en paz con él.

Lloré toda la noche, no estoy muy seguro de estas palabras, “Sólo tómame Dios, tómame como soy.”

Sentado en el carro por largo tiempo, esa noche hasta la mañana siguiente. Estaba seguro que al despertar me sentiría avergonzado, pero no fue así, me sentí maravilloso con un maravilloso sentido de paz.

Recibí una condena de uno a tres años de prisión.

Tengo que reconocer que durante el tiempo que estuve en la cárcel comprendí las dos grandes lecciones de mi vida.

PRIMERA LECCIÓN:

Fue en prisión donde descubrí donde estaba el poder real.

En la cárcel yo era parte de un pequeño grupo de oración. Lo terrible para mí acerca de la cárcel no era tanto el deterioro físico, había estado en la marina. Yo había vivido casi todo. Uno se acostumbra a eso. Uno se acostumbra a casi todo. Pero nunca pude acostumbrarme a los hombres que yacen en sus camas mirando al vacío, sin nada que hacer, sin ningún lugar donde ir, nadie que cuide de ellos. Sus cuerpos se atrofian, sus almas literalmente se corren.

Formamos un pequeño grupo de oración. Éramos siete, tres eran de raza afro-americana, cuatro de raza blanca, dos condenados traficantes de droga, un ladrón de coches, un estafador de inversiones, y el ex asesor especial del Presidente de los Estados Unidos de rodillas, en la noche, orando y estudiando nuestra Biblia juntos.

En la pequeña habitación donde se reunían para orar había hombres que estaban tendidos en sus camas, literalmente, como cadáveres.

Entonces pude ver por qué las cárceles no funcionan, no rehabilitan. Ellos no pueden hacerlo solos. Nadie se preocupa por las personas en su interior. No hay nada que los haga cambiar.

Pero nos gustaba verlos venir y hablar con ellos, nos preguntaban qué era lo que estaban haciendo. Queremos decirles lo que significaba el hecho de que se arrepientan de sus pecados, y no el delito que los llevó a la cárcel que por lo general es menor de sus pecados, lo que realmente significaba conocer a Jesucristo.

Cambiar sus vidas y ser transformados.

Nos gustaría ver a esos hombres dando su vida a Cristo y al día siguiente, no verlos más arrastrando los pies y caminando por el patio de la prisión de esta manera.

Ellos fueron con la cabeza erguida transformada por el poder del Dios viviente.

Único poder que realmente importa es cuando se cambia el corazón humano.

Usted lo hace a través de Jesucristo, el Dios vivo.

Chuck Colson ha recibido 15 doctorados Honoris Causa y fue galardonado con el prestigioso Premio Templeton de $1.000.000, que se otorga cada año a la única persona en el mundo que más ha hecho para promover la causa de la religión.

SEGUNDA LECCIÓN:

Descubrí algo más, mi segunda más grande lección de vida.

Usted sabe todos esos años que yo había luchado para llegar a la cima. El éxito, poder, dinero, fama, todas esas cosas, me encontré vacío. Carente de sentido.

Pero en la cárcel todas esas cosas se van, y yo encontré mi identidad y seguridad en el significado de lo que es una persona y eso sucede cuando estás en paz con Dios.

Ahí es cuando lo conozco personalmente. Ustedes saben quiénes son y por qué estamos aquí y hacia dónde se dirigen. Y luego encuentran el significado real de una verdadera identidad, propósito y seguridad real.

En las palabras de Solzhenitsyn:

"Bendita tú cárcel, bendito seas tú por estar en mi vida y porque pude darme cuenta que el objeto de la vida no son las cosas materiales como nos hace creer sino el enriquecimiento del alma."

Es posible que recuerdes que Solzhenitsyn fue en una cárcel de la Unión Soviética en el Gulag durante 10 años y desde ahí escribió estas palabras. Creo que son las palabras más memorables escritos en el siglo XX.

He said, “Bless you prison, bless you for being in my life, for there lying on the rotting prison straw I came to realize that the object of life is not prosperity, as we are made to believe but the maturing of the soul.

The maturing of the soul, the object of life.

Por eso es fácil para mí decir, "Si, gracias Dios por el Watergate."

Siempre fui un tipo que iba a toda prisa para conseguir las cosas. En la mañana cerrar un negocio era mi mayor operación a realizar. Un acuerdo político en mañana era la cosa más importante en el mundo. Después de mi conversión al Cristianismo, descubrí que había algunas cosas que eran mucho más importantes. Mi relación con mi familia, hijos, mi esposa y mi relación con los demás.

¿Cuál crees que es más importante, que es eso tan grande que tienes la próxima semana? La decisión de que estás haciendo para tu negocio, no lo es.

No se puede comparar la importancia de conocer el Creador de este Universo, de estar en paz con Dios y estar en paz con su familia y su prójimo.

Nada se compara a eso.

La transformación en mi vida ha hecho de los últimos veinte años, los años más felices de mi vida. Creo que el peor día de estos veinte años, y que incluye el cáncer, son mejores que los mejores días de los cuarenta años que precedieron a eso.

Eso es real. Es cierto.

Si Dios está tocando tu corazón aprovechar este momento para dar tu vida a él y luego servirlo, y llegaras a conocerlo mejor cada día a medida que crece tu relación con él.

Que Dios los bendiga en su camino espiritual.

Cuando leo las palabras de Chuck Colson: "Usted sabe todos esos años que yo había luchado para llegar a la cima. El éxito, poder, dinero, fama, todas esas cosas, me encontré vacío. Carente de sentido. Pero en la cárcel todas esas cosas se van, y yo encontré mi identidad y seguridad en el significado de lo que es una persona y eso sucede cuando estás en paz con Dios." y cuando vi cómo vivió esas palabras a través de su Confraternidad Carcelaria, yo sabía que no había de volver a mis viejas motivaciones y que un mayor propósito en la vida que me esperaba.